Las URLs acortadas nacen en el año 2001, de la mano de los SMS y ciertas aplicaciones como las redes sociales, que solo permiten el envío de mensajes de un número reducido de caracteres. Posteriormente su uso se ha extendido, especialmente gracias a Twitter, ya que solo permite mandar mensajes de hasta 140 caracteres.
A pesar de que estos enlaces son muy útiles, a menudo son utilizados por los ciberdelincuentes para dirigirnos a sitios web de dudosa legitimidad. Ese es su principal riesgo, ya que para saber el destino de esa URL no basta con pasar el cursor por encima del enlace. De hecho, si pasamos el cursor por encima del enlace solo veremos el enlace acortado, pero no su destino real, que podría ser una web maliciosa.
Cuando navegamos por Internet nos exponemos a ciertos riesgos, por eso es importante tener cuidado con los sitios webs que visitamos. Hay direcciones de Internet que no permiten saber dónde nos llevan? Es el caso, por ejemplo, de las URLs acortadas.
Una URL acortada es una dirección web con menos caracteres que la dirección de la página web original, pero que nos dirige a la misma página web. Pongamos un ejemplo el sitio TINYURL
Como podemos comprobar en la imagen, la URL pasa de tener 76 caracteres a solo 26. Sin embargo, esta nueva URL no nos proporciona información de la página a la que nos envía.
Algunos ejemplos de URLs acortadas son
http://tinyurl.com/nozdaph,
http://goo.gl/NNVCPY,
http://bit.ly/1dQplGr.
Para confirmar la legitimidad o no del sitio web al que dirige, debemos hacer uso de otras herramientas para analizar estos enlaces como un analizador de direcciones web.
Por supuesto, ¡esto no quiere decir que todas las URLs acortadas sean peligrosas! Pero sí es importante que seamos conscientes de los peligros asociados a este tipo de enlaces y de las precauciones que debemos tomar:
En primer lugar, debemos ser cuidadosos con los enlaces acortados, aunque se utilicen acortadores conocidos como Bit.ly, TinyURL o Goo.gl. A pesar de que haya una gran empresa detrás del servicio en concreto, eso no quiere decir que los enlaces que proporcionan nos redirijan a sitios webs seguros.
Algunos servicios nos permiten conocer la dirección original, incluyendo al final de la URL acortada un distintivo gráfico. Podemos instalar un complemento en el navegador (como es el caso de View Thru para Chrome) que nos permita conocer la dirección original a la que nos lleva el enlace acortado.
pero si usas otro navegador o estas desde un telefono celular para averiguar el enlace original también podemos utilizar un analizador de URL online como virustotal.com.
Debemos instalar en nuestro equipo un antivirus. Muchos de ellos incorporan analizadores de URLs que nos avisan al navegar por Internet, utilizando un código de colores o distintivos gráficos.
Además de todas estas medidas debemos navegar con cautela, acceder a sitios web conocidos y ser cuidadosos con los enlaces sobre los que pinchamos.
Debemos ser conscientes de los riesgos a los que estamos expuestos y no caer en el engaño de pensar que todas las direcciones acortadas son seguras. Podemos evitar tener problemas si tomamos las precauciones oportunas cuando vayamos a pinchar una URL acortada.
Fuente: osi.es
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