Todo lo
que haces que no deberías hacer
Conectarte
por primera vez a una red social es parecido a visitar un país extranjero.
De repente, la gente a tu alrededor habla de forma extraña y no entiendes muy
bien por qué todo el mundo se ofende cuando les contestas con letras
mayúsculas, cuando colocas símbolos #, cuando colocas etiquetas y/o "likes" o marcas como Fav todas las publicaciones de tus amistades, o te ofendes por que alguien comentó algo sobre tus gustos en música, moda, deportes, política, religión, en una publicación que sigues de alguna de tus amistades.
Sin
embargo, al contrario de lo que ocurre cuando viajas a otro país, nadie ha
escrito aún la guía de viaje que te enseñe a no abrir el navegador bajo ningún
concepto, o a no alimentar al trol a ninguna hora.
1. Los likes
que se dan no se quitan
Lo has experimentado, son las tres de la mañana y has optado por leer libros, ver películas, escuchar la canción o
un artista, al cual la persona que te gusta en Facebook le dio un Like, ¡Qué maravilla la nueva era! ¡Poder conocer a
una persona sin ni siquiera haber hablado con ella!,
Todo son
ventajas hasta que tu dedo gordo te traiciona: acabas de “favoritear” o dar like "accidentalmente" a una foto de hace cinco años,
y, aunque rectifiques, nunca podrás borrar la notificación de su smartphone o,
peor aún... el email automático que probablemente haya recibido.
Borrar el
favorito o quitar un like, puede significar que reconoces abiertamente que lo lo
“stalkeas” y que te avergüenzas. Lo mejor es dejarlo (el like o
el Fav) y eso demuestra que no tienes
complejos.
Tú mejor
que nadie sabes que el 99% de esos likes son por compromiso.
2. Si
estás enfadado, puntos suspensivos
Estar
contento en Internet es fácil. No tengas miedo de abusar de exclamaciones mal
puestas y emoticonos sin sentido. De lo contrario, tu interlocutor pensará
que eres más seco que las hojas en otoño. Sin
embargo, estar enfadado requiere de práctica e intuición. Las famosas mayúsculas para gritar son demasiado explícitas, y hay
que reservarlas solo para casos extremos.
En
Internet, lo que se lleva es ser pasivoagresivo. Si una conversación te está
sacando de tus casillas, posa tu dedo índice sobre la tecla del punto, y no lo
levantes.Tu dedo hablará por ti.
3. Los
puntos finales son armas arrojadizas
En
Internet hay dos tipos de usuarios: los que chatean terminando todas y cada una
de sus frases con un punto final normativo, o los que entienden el medio como
algo más cercano a lo oral y pasan de puntos finales.
Si tu
interlocutor es de estos últimos y, de repente, empieza a poner puntos, mal
asunto.
Un punto
final bien puesto puede ser igual o más hiriente que un insulto.
Si tú
también quieres contraatacar, con un “ok” es suficiente.
Nunca una
afirmación neutra tuvo tantos matices.
4. No
digas que no, simplemente no digas nada
Si
Internet es el paraíso de la gente socialmente inepta, es porque se ha
cargado un montón de interacciones sociales incómodas. Tira a la
basura tu lista de excusas baratas porque ahora la mayoría de invitaciones a
fiestas y actos a los que no tienes ninguna intención de acudir se producen a
través de eventos de Facebook, y lo mejor de todo es que no tienes ni que
contestar.
De hecho,
a no ser que tengas una relación muy estrecha con el anfitrión, NO CONTESTES
BAJO NINGÚN CONCEPTO.
Algo parecido pasa con las
solicitudes de amistad. Internet es el mundo al revés e ignorar es lo cortés.
5. El
"me gusta" a las fotos de mascotas, bebés y madres es obligatorio
Todos los
estudios coinciden. En las redes sociales, lo emotivo es lo que triunfa. Las fotos
de tu gato mojado, tu sobrino gordo o el retrato que te hiciste con tu madre en
tu graduación, disparan los “me gusta”.
Si pones
una foto tuya de pequeño y alguien que te interesa no te da like puede que
esa persona te odia, o le importas un comino. Pero sobre todo, te odia.
Tú mejor que nadie sabes que el 99% de esos likes son por compromiso.
6. Para
ligar, cuida tu ortografía y, sobre todo, no hables primero
En
Internet, tu ortografía es tu físico. Por eso, confundir “hay”, “ahí” y
“ay” te confiere automáticamente el aspecto de un orco de Mordor.
Por otro
lado, la norma no escrita del “manual del
internauta para ligar” dice que si eres tú quien empieza dos veces
seguidas la conversación con la persona que te gusta, serás el dominado en la “relación”. Saber si
le gustas a alguien en Internet es muy fácil siempre que no te fíes de los
favoritos y “me gusta” que esa persona te dé, sobre todo, si se producen en
respuestas a sus comentarios.
Ahora bien, las redes sociales son herramientas que hoy día son "indispensables", por el alcance que tienen al usar diversas plataformas (celulares), pero hay que darnos cuenta que esto no es el mundo real, esto no te hará mas feliz, si no todo lo contrario, te puede ocasionar problemas, debido a que no todos los que son sus "amigos" en las redes sociales, pueden ser quien dicen ser.
Para algunos jóvenes No existe satisfacción mas grande que le den un like, retuit, lo marquen como fav, etiqueten una de sus publicaciones, o que el hashtag "que se inventó" sea Trending Topic, que quede claro que son son cosas banales, que fuera de contexto, algunos miden con esto la captación de personas con la finalidad de dar a conocer algún mensaje o texto, y solo algunas personas obtienen beneficios económicos por esta "falsa" popularidad, y entre mas interacción tiene una persona en las redes sociales, mas "lejos" llegará su publicación (la que nos usa y cobra para que vean o le hagan clic a un estado). No es necesario tener miles de amigos en tus perfiles, seria un poco hipócrita de nuestra parte si a sus vecinos no le contesta los buenos días, no pide las cosas por favor, no da las gracias, y no trata con respeto a sus mayores, estamos a punto de fracasar como sociedad.
Finalmente recuerda que, al publicar algo ya sean imágenes, texto o vídeos y posteriormente lo elimines, sea que lo haya subido a un perfil personal, al contestar en una conversación en un grupo o foro, alguien pudo copiarlo, para posteriormente utilizarlo en contra suya, por que el ser humano, de humano no tiene nada cuando de dañar a alguien se trata.
Y recuerda, no todo lo que circula en las redes sociales puede ser cierto.